Los vuelos de larga distancia pueden suponer un reto para algunos viajeros, especialmente para los que son menos experimentados. Para todos los pasajeros, un vuelo largo, sobre todo el que supera las 10 horas de duración, puede resultar agotador. Ya sea por motivos familiares, de turismo o de trabajo, pasar tantas horas en un avión puede ser un desafío tanto a nivel físico como mental. En este artículo vamos a proponerte una serie de consejos prácticos que pueden hacer el viaje largo en avión bastante llevadero y que pueden hasta convertirlo en una experiencia agradable.
Como en todo en esta vida, el secreto del éxito está en una buena preparación. Para planificar el viaje de forma efectiva, recuerda verificar las horas del vuelo y el clima en el lugar del destino. Prepárate a los cambios de horario y trata de ajustar tus tiempos de comidas y de sueño antes de la fecha del viaje para que tu cuerpo se pueda ir acostumbrando a ello. Asegúrate de tener todos los documentos necesarios preparados para evitar problemas en el aeropuerto. No olvides cargar tus dispositivos electrónicos antes de subir al avión. Consulta siempre las recomendaciones de la aerolínea sobre el equipaje y los objetos personales permitidos en el avión.
Un vuelo largo supone estar muchas horas sentado en la misma posición. Es importante tener en cuenta que los asientos en el avión son diferentes según qué clase y qué lugar de la aeronave. También los gustos personales difieren a la hora de elegir los asientos. Hay algunos que prefieren estar sentados y dormidos la mayoría del tiempo del vuelo, mientras que otros tienen la necesidad de levantarse y moverse por el avión para estirar las articulaciones y así sentirse mejor. Dependiendo de cuál fueran tus preferencias, procura elegir tu asiento con antelación, para evitar posibles incomodidades.
Durante un vuelo largo es importante mantener una dieta ligera para evitar molestias estomacales. Una dieta equilibrada también ayudará a mitigar las consecuencias de jet lag. Además, hay que recordar la importancia de beber agua con frecuencia, porque el aire en la cabina suele ser muy seco. Es aconsejable evitar el exceso de cafeína y alcohol ya que estos pueden contribuir a la deshidratación en el avión y también los efectos negativos de jet lag.
Es importante tener en cuenta que estar sentado durante tantas horas del vuelo puede afectar a la circulación del cuerpo y puede ocasionar algunas molestias musculares. Por ese motivo, es aconsejable levantarse del asiento cada dos o tres horas para caminar por el pasillo, estirar piernas y manos y mover los tobillos. Esto puede ayudar a reducir el hinchazón de las extremidades y aportar más ligereza de movimiento.
Aparte de mantener tu movilidad en forma, para cuidar bien de tu salud, es esencial el tema del descanso. Lo más probable es que el viaje largo en avión te deje con un cansancio adicional importante, pero puedes hacer algunas cosas para reducirlo, por ejemplo, modificar con antelación tus horarios de comidas y sueños. Para poder dormir en el avión lo mejor es hacerse con un kit de sueño que incluye antifaz, tapones o auriculares con cancelación de ruido y una buena almohada cervical. También puedes hablar con tu médico para que te aconseje algún suplemento adicional como por ejemplo melatonina, o un medicamento que te ayude a dormir durante el vuelo.
Un vuelo largo puede servirte como una especie de parón en tu vida. Puedes aprovechar este tiempo para reflexionar, planear tu viaje y tu estancia en el país de destino, escribir, leer o aprender algo nuevo. La mayoría de las aerolíneas ofrecen una gran variedad de entretenimiento a bordo. Si lo prefieres, puedes descargarte tus películas, series o podcasts favoritos para mantenerte ocupado en el viaje. Para aprovechar al máximo tu viaje en el avión, tan solo tienes que hacer uso de tu imaginación. Recuerda, ¡el cielo es el límite!