El aeropuerto de Málaga–Costa del Sol, conocido también popularmente como el aeropuerto Pablo Picasso, es uno de los más importantes tanto en España como en Europa. Fundado en el año 1919, es el único aeropuerto español de aquella época que sigue funcionando hasta hoy de manera ininterrumpida. Recibe miles de pasajeros diariamente y es un importante centro de conexión para vuelos nacionales e internacionales. Se considera como la principal puerta de entrada y salida de la famosa y turística Costa del Sol y del resto de Andalucía. Este aeropuerto se encuentra en el distrito de Churriana a tan solo ocho kilómetros del centro de la ciudad. Es el cuarto aeropuerto con más tráfico en España, y se sitúa solo por detrás de Madrid - Barajas, Barcelona - El Prat y Palma de Mallorca.
El aeropuerto de Málaga ofrece más de 140 destinos directos, incluyendo rutas intercontinentales. Es el principal motor económico de la Costa del Sol. Cuenta con terminales T1, T2 y T3, interconectadas bajo un mismo techo, funcionando como una única gran terminal. Tiene una estación de tren de cercanías (línea C1) que conecta el aeropuerto con Málaga centro y Fuengirola, así como
Su ubicación estratégica, entre el litoral mediterráneo y las sierras malagueñas, lo convierte en un punto clave para el turismo nacional e internacional, aunque también lo expone a ciertos fenómenos meteorológicos como por ejemplo los vientos fuertes, especialmente los que provienen del oeste y suroeste, que a veces afectan la operativa aérea. Los vuelos cancelados suelen ser un problema con los que muchos pasajeros lidian en el aeropuerto de Málaga, con lo cual, es crucial estar bien informado sobre cómo actuar en estos casos.
En algunas épocas, sobre todo en invierno y primavera, se registran rachas de viento que superan los 60 km/h, que llegan a alterar la programación habitual de los vuelos en Málaga. Este fenómeno se conoce como el viento de levante o poniente fuerte y puede generar desviaciones de las rutas aéreas por motivos de seguridad, demoras en el embarque debido a reprogramaciones de los aviones o cancelaciones preventivas si las condiciones meteorológicas empeoran. El aeropuerto de Málaga dispone de sistemas avanzados de observación meteorológica, pero, en casos extremos, se prioriza la seguridad sobre la puntualidad.
Los viajeros que pasan por el aeropuerto Costa del Sol de Málaga en las épocas de viento intenso podrían experimentar mayores cambios en la puerta de embarque o reubicaciones de las aeronaves. A veces, los vuelos tienen que ser desviados a aeropuertos cercanos como Sevilla, Granada o Almería. A pesar de estos inconvenientes, las aerolíneas suelen ofrecer soluciones como vuelos alternativos o alojamiento si fuera necesario.